Restaurar tiene como fin recuperar la integridad física y funcional de la obra gracias a la corrección de las alteraciones que ésta haya sufrido. Éste concepto nos remite a la importancia del mueble tanto a nivel práctico como desde la dimensión de pieza artística.
Los medios curativos van directamente aplicados a la obra, por tanto se tiene que respetar la pieza y su historia, mediante un planteamiento analítico y la aplicación de unos medios y procedimientos adaptados a unos criterios y principios éticos (De los que hablaremos más adelante).
En resumen, podemos definir la palabra Restaurar, como devolver a la obra su forma y función originales, aquellas para las que fue creada. Veremos unos ejemplos:
Antes Después
En el caso de aplicar unas Técnicas Decorativas distintas a las originales empleadas en la concepción del mueble, estamos planteando un cambio significativo de la pieza, que puede abarcar sólo su aspecto estético (con policromías, dorados o acabados diferentes) o incluso su funcionalidad.
Es el caso, por ejemplo, de puertas de armario convertidas en espejo, o trillos que ejercen una función de mesa...
Nivel estético Nivel funcional
Por este motivo se debe, como restaurador aficionado, tener claros estos conceptos y elegir el tipo de intervención que va a realizarse sobre la pieza. El tiempo, el estudio, la experiencia y el seguimiento de unos criterios básicos, podrán convertir al restaurador aficionado en un restaurador experto.
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